Un comentario

  • Julio Morales Ortega

    Era una mujer maravillosa, tuve durante varios años contacto con ella por motivos comerciales para el museo sefardí, y era una mujer con la que se podía dialogar y llegar a acuerdos fácilmente por su conocimiento del arte sefardí. Para mí fue una persona a la que siempre admirare por su interés y humildad para seguir aprendiendo. La apreciaba mucho y he sentido mucho su perdida (aunque tarde, porque no sabía de su fallecimiento), por eso siempre la recordaré con cariño, siempre estará en mí mente como ejemplo de seriedad en su trabajo,y orgullo para mí de la cantidad de piezas que con cariño compré y fueron a ese maravilloso museo.

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