Un comentario

  • Anabel Sánchez-Rico

    Siento enormemente la pérdida de este Gran Hombre que me dio, junto a su estupenda hija Verónica, la oportunidad de darme mi primera incursión en el mundo laboral. Fui secretaria suya a principios de los 90 y jamás olvidaré el buen trato recibido y lo mucho que aprendí de todos ellos. Doña Ana, una mujer tan ejemplar como especial, y tuve el placer de conocer a Alfonso, Iñigo y Alejandra (tan jovencita ella). Recibid un fuerte abrazo toda la familia. Siempre os admiré a todos y hoy me apena haberme encontrado con una noticia así. Lo siento.

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