Un comentario

  • Ingrid Iturralde Lind

    A mi querida tia May , mi madrina , jamas te olvido, tu me enseñaste Castilla en tu coche amarillo , cargando y descargando tus preciosos tesoros del maletero

    A la persona, única, en mi infancia
    Esa que me dió esperanza en el ser humano , cuando tan niña , ya andaba por los escarpados precipicios de el desamor

    Gracias siempre
    Me salvaste la vida

Responder a Ingrid Iturralde Lind Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *