Hoy, casi dos años después, me he enterado.
Sigo entristecido por la noticia.
Yo era su taxista en Barcelona, y él, hasta hoy, el único cliente con el que fui a tomar un vino y a cenar.
Una buena persona, un abogado brillante, un orgulloso español y un católico modélico.
Rezaré por él. Tarde, pero lo haré.
Como decimos los paracas, Jaime, la muerte no es el final del camino.
Descansa en paz
Hoy, casi dos años después, me he enterado.
Sigo entristecido por la noticia.
Yo era su taxista en Barcelona, y él, hasta hoy, el único cliente con el que fui a tomar un vino y a cenar.
Una buena persona, un abogado brillante, un orgulloso español y un católico modélico.
Rezaré por él. Tarde, pero lo haré.
Como decimos los paracas, Jaime, la muerte no es el final del camino.
Descansa en paz