Un comentario

  • En mi peor momento me ayudaste desinteresadamente y no me dio tiempo a agradecértelo ni a corresponderte.
    Muchos años más tarde, lo que no significa con menos sinceridad y sentimiento, te digo, querido Antonio, que descanses eternamente y que aquí tienes un amigo que no te olvida.
    Manuel

Responder a Manuel Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *